Las 14 balas eran para vos y para mi
Es cuanto menos apresurado imputarle los balazos al domicilio del gobernador a una banda Narco. Pero no caben demasiadas otras opciones, y además, confío en mi propia intuición. Las balas que atormentaron a Bonfatti y a su esposa el viernes a la noche, tenían como objetivo sino matarlos, amedrentarlos. Pero..¿por qué? Por Coni Cherep
Todavía algunos insisten, graciosamente, con la hipótesis del “Narcosocialismo”. No es una creación de la calle, es la construcción lingüística del diputado nacional de la Cámpora, Horacio “Cuervo” Larroque, durante un discurso en la Cáara de Diputados de la Nación y que aplaudió de pie Agustín Rossi, celebrando ¿ la humorada? , como quien festejaba un gol.
Eran los días del “Tognoli-Gate”, y entonces, un grupo muy definido del FPV santafesino, con ayuda del aparato nacional –Rafael Bielsa a cargo del SEDRONAR , con sus cartas de sugerencias a la fiscal actuante , y la PSA operando sin avisar al gobierno local sobre las acciones que llevaban adelante , y sus prensas,obviamente, tenían decidido instalar que el Socialismo era el motor del narcotráfico argentino, y que Rosario su central de operaciones.
Razones objetivas había para aprovechar: Una denuncia anónima contra el jefe de la Policia con pruebas débiles, pero que se instaló rápidamente en las pantallas de los canales de noticias del país como reguero y una situación dramática de enfrentamientos armados en los barrios del conurbano rosarino que dejaban tendales de crímenes claramente mafiosos.
Paradojicamente, las estadísticas de secuestros de estupefacientes y detenciones relacionadas con el delito eran comparativamente impactantes: Entre la gestión de Binner y el año que llevaba Bonfatti en la gobernación, ya habían quintuplicado los procedimientos, las cantidades secuestradas de estupefacientes, y detenciones de narcos , respecto a los 10 años anteriores de gestiones justicialistas, de Obeid-Reutemann y de nuevo Obeid.
Pero la detención de Tognoli, el exabrupto de Larroque y una espantosa operación montada en la sede rosarina del gobierno, en la que el actual ministro de Defensa “plantó” a Bonfatti frente a la prensa, porque “querían que dejaran pasar a los periodistas”, y una confusa declaración del presidente del PJ santafesino aduciendo que “estaban dadas las condiciones para una intervención a la provincia”, habían puesto la situación en un estado institucional muy delicado.
Aquello, hace casi exactamente un año, pareció el “balazo sobre la línea de flotación” de un gobierno provincial que parecía extraviado y sin reacción.
Pero hubo reacción. Después de algunos días de cabildeos, el gobernador Bonfatti, reacomodó la tropa, “sacrificó” la comodidad legislativa de Raúl Lamberto y le declaró la guerra a “Los Monos”, la principal banda narco que dominaba con comodidad, el escenario del sur rosarino.
La reacción desnudó, entre otras cosas, que había sectores del Poder Judicial Federal que habían dejado dormir decenas de causas en sus cajones. Que algunos fiscales federales recién aterrizados preferían poner el ojo en “la jurisdicción” y no el combate del delito. Y que varias decenas de expediente s de “Asuntos Internos” de la Policía, demostraban una fuerte purga dentro de la fuerza, que nunca terminaban siendo ratificadas por la Justicia provincial.
Hasta que un juez provicial se animó y decidió afrontar la pelea. Y desde entonces, no ha cesado la secuela de detenciones, secuestros de drogas, armas y operativos, que concluyeron con una masa importante de detenidos vinculados claramente al negocio del narcotráfico. No se erradicó nada, pero se abrió el portón para que se sumaran el resto de las fuerzas federales y ayudaran a dar una batalla definitiva. Lamentablente no sucedió, aunque se está a tiempo.
Los 14 balazos en la casa de Antonio Bonfatti son balazos narcos. Molestos con la acción del gobierno provincial de combatirlos. No tengo dudas, aunque no tenga pruebas.
Los 14 balazos son 14 advertencias : “paren acá, o los matamos a ustedes”. Ya lo venían anticipando con las espantosas amenazas sufridas por Raul Lamberto , Matias Drivet y sus familias. Y aunque no se lo esperaba con semejante brutalidad, no resulta extraño que haya sucedido.
Los 14 balazos que pudieron matar, si, pudieron matar al gobernador o a su esposa, mientras miraban el partido de Argentina por TV, estaban dirigidos a todos los santafesinos que no nos bancamos la impunidad y el crecimiento del peor flagelo delictivo del presente.
Esos 14 balazos eran para vos y para mi. Para todos los que queremos vivir en paz. Y para aquellos que, decisiones políticas mediante, han comenzado a dar pelea.
La mano de Rossi en el pecho de Bonfatti en la foto que ilustra la Conferencia de Prensa que dio el gobernador tras el atentado debería correlacionarse con un compromiso concreto del ejecutivo nacional, de enviar fuerzas federales a Rosario y coordinar operativos para arrasar con las organizaciones que dominan los territorios periféricos de la ciudad.
Que devuelvan los gendarmes que se llevaron, que traigan efectivos federales. Que unifiquen la planificación de los operativos y la inteligencia. A eso lo viene pidiendo a gritos Bonfatti desde aquel dia en que lo plantaron. Quizas ahora lo entiendan.
Una vez más hay que decir: Todo sería más fácil con los gobiernos trabajando juntos. Ojalá que los 14 orificios detectados en el frente del domicilio particular del gobernador, sean motivo suficientes para que algunos dejen de especular y se comprometan en la pelea.
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